“Queremos acercar el polo a la gente».
Actual presidente de la Asociación Argentina de Polo (AAP), ha tenido un papel fundamental en la consolidación del polo argentino a nivel mundial. Bajo su liderazgo, la AAP no solo ha promovido el crecimiento del deporte a nivel local, sino que también ha impulsado el prestigio y la visibilidad internacional de los jugadores y torneos argentinos, reafirmando a la Argentina como la capital indiscutida del deporte.
Delfín ha trabajado incansablemente en modernizar y profesionalizar la organización, desarrollando estrategias para hacer del polo un deporte más accesible y sostenible. Entre sus logros más notables, se encuentra la implementación de programas para el desarrollo de jóvenes talentos, fortaleciendo el semillero de jugadores y garantizando el futuro del deporte en el país. También ha promovido políticas que favorecen la inclusión y la diversidad en el polo, buscando que cada vez más personas puedan sumarse y disfrutar de esta disciplina.

Uranga comprende el valor del polo como símbolo cultural y patrimonio de la Argentina y, por ello, ha buscado no solo desarrollar el aspecto deportivo, sino también enriquecer la experiencia de quienes participan y asisten a los torneos más importantes del calendario argentino, como el Abierto de Palermo.
Su visión trasciende la esfera deportiva, ya que entiende el polo como un canal de integración social y promoción cultural. Con un enfoque innovador y un fuerte sentido de responsabilidad hacia las futuras generaciones, el presidente de la AAP continúa demostrando que el polo argentino no solo tiene un pasado glorioso, sino también un futuro prometedor.
“El polo siempre generó una barrera muy grande, y estamos intentando romper un poco con ese preconcepto para llegar a más personas”.

Llegó el momento tan esperado del año para el polo argentino: estos últimos partidos acá en Palermo de la Triple Corona. ¿Cómo fue la venta de sponsors y patrocinios este año a diferencia de años anteriores?
El polo viene en un proceso de transformación que iniciamos hace ya ocho años, primero como vicepresidente y ahora como presidente. Empezamos a querer reconectar con la gente, y en ese proceso también se encuentran impresos los sponsors. Siempre tercerizamos esta parte, y ahora decidimos contar con nuestro equipo. No solamente se trata de vender, sino también de entender qué es lo que quiere hacer una marca, cómo quiere usar el polo para contar lo que desea contar y cómo el polo le sirve para dar el mensaje. Si estamos alejados de la gente, es muy difícil, por eso decidimos hacer algo mucho más colaborativo, entre el polo y lo que puede ofrecer la Asociación. Por ejemplo, ahora está abierto todo el año y hay paseos gastronómicos y shows, entre tantas otras actividades, y la entrada es libre y gratuita. El polo siempre generó una barrera muy grande, y estamos intentando romper un poco con ese preconcepto para llegar a más personas. Lo mismo pasa con los sponsors, queremos que sigan contando la historia del polo dentro y fuera de la cancha.
¿Qué novedades hay este año en Palermo?
Acercar el polo a la gente, y contarle que el mejor polo del mundo es argentino. Cuando hay un gran torneo en el exterior, por ejemplo grandes torneos de tenis, las ciudades se visten de eso. En Buenos Aires, eso no sucede, y el mejor polo está en el medio de la ciudad.
¿Por qué pensás que sucede eso?
Por un problema de la Asociación de Polo, porque nosotros no salimos a contar a la gente ni al Gobierno de la ciudad que estamos acá y que el mejor polo del mundo está en su municipio. Nosotros logramos que vengan muchos extranjeros, a hablar con la gente. Hoy lo hacemos, también con el Gobierno nacional, porque somos una gran forma de vender la marca país. La Argentina en polo es la mejor a nivel mundial, y el mejor jugador del mundo juega con un casco de nuestro país.
“Antes importábamos todo, caballos, monturas, tacos, y hoy somos los principales exportadores al mundo de todas estas cosas”.

¿De qué manera pensás que el polo aporta al país y como te gustaría que fuese ese aporte a futuro?
Cuando empezás un proceso de transformación, todo es por capas, cuesta mucho tiempo transformar algo que siempre estuvo de la misma manera. Estamos justo en la etapa 4.0, donde creo que están dadas las condiciones para expandirnos fuerte. Este es un deporte muy lindo, pero no sufrió la transformación que necesita. Me parece que necesita ser transformado, y la tecnología, los nuevos jugadores y el cambio generacional están llegando justo con este recambio de cómo contar y reposicionar el deporte a nivel global. Es muy importante y fuerte el talento argentino para el polo, entonces creo que puede aportar muchísimo como industria y en términos de vidriera para el mundo. Un ejemplo: antes importábamos todo –caballos, monturas, tacos– y hoy somos los principales exportadores al mundo de todas estas cosas.
¿Qué pensás de las innovaciones tecnológicas y cómo entra en juego el tema de la clonación?
Lo que tiene este deporte es que es muy libre. Esto ha contribuido a que la raza polo argentino evolucione tan rápido. Los caballos eran de otro tipo de razas, y de repente nació esta hace 40 años y ahora los caballos, la mayoría, son de esta raza. La tecnología favoreció mucho a que esto sucediera, también creo que la tecnología puede lograr mucho engagement. Yo también promociono polo a pie, bicicleta y en una rueda eléctrica. La tecnología es más para abrazarla y tenerla de tu lado que para pelearse, el polo a su manera encontró una manera muy linda de balancear lo clásico, como el taco y la bocha, con un animal clonado.
¿Qué creés que sería bueno a futuro?
A mí me gustaría que se jugara con razas inscritas, hoy a la Triple Corona puede entrar cualquier caballo. No tiene nada que ver con la raza, sino con que sea un caballo que esté bien cuidado, bien criado por su bienestar y su trazabilidad, para poder proteger al animal.
“Me gustaría que se jugara con razas inscritas, hoy a la Triple Corona puede entrar cualquier caballo. No tiene nada que ver con la raza, pero que sea un caballo que esté bien cuidado, bien criado por su bienestar y su trazabilidad, para poder proteger al animal”.

“Lo que valoro de este Abierto es la diversidad. Lo que más me divierte es el misterio de no saber quién va a ganar, estar dejando un Abierto donde no tenés un claro ganador o ganadora”.
¿Qué creés que es más importante, el caballo o el jugador?
Todos los jugadores arrancan en -1 o -2 y llegan hasta 10. Hay una primera etapa en donde el jugador hace una diferencia muy grande, ahora cuando llegás a 6, 7 goles cambia la cosa. No pasás a ser mejor, sino a tener una buena organización, y cuando se combina organización con caballos se da el diferencial. Para el salto final sí es más importante el caballo, hay jugadores con muchísimo talento y lo que termina sacando la diferencia es el caballo y la organización.
¿Por qué pensás que se sigue jugando con una bocha y un taco?
Porque es poco el volumen de la gente que lo juega como para hacer una inversión en tecnología de ese tipo de cosas. Creo que con los materiales que existen hoy debería haber un taco de fibra o un cigarro. La caña tiene que ser muy flexible, cuando a vos te enganchan, y no se rompen, se abrazan esa flexibilidad, pero seguramente debe haber un material, por eso seguimos con el taco, que es de producción argentina.
El polo femenino está creciendo exponencialmente,¿a qué creés que se debe este fenómeno?
La vida me regaló cinco hijas, y siempre me gustaron los deportes en equipo porque son los valores en acción. Me parece espectacular que se les dé lugares a las mujeres, que comiencen a ser protagonistas de este deporte. Yo fui un gran impulsor del Mundial de Polo Femenino, que tuvo una gran audiencia acá en Palermo.
¿Cómo impacta en la sociedad el polo femenino?
Tiene mucho público, se llenó la cancha y ahora queremos construir la historia de la mujer en el deporte. Que no sea una competencia, que sea su polo, que tenga su lugar y su cuento; hasta podría variar la forma de jugar, pero me parece que está buenísimo que tengan su propio formato. El mundo es mixto, me parece buenísimo que se puedan mezclar los ecosistemas. No hay límites para que la mujer participe en los campeonatos de los hombres, si hay una mujer que llega al hándicap que se pide, puede jugar perfectamente.

¿Quién creés que va a ser el ganador de la Triple Corona?
No lo sé, pero lo que valoro de este Abierto es justamente eso, la diversidad. Lo que más me divierte es el misterio de no saber quién va a ganar, estar dejando un Abierto donde no tenés un claro ganador o ganadora: celebro que haya sorpresas y que sea un deporte competitivo para todos.