El CEO de Tecpetrol, con más de 40 años en el grupo Techint, habla de los desafíos que enfrenta la industria, del nuevo rol de la inteligencia artificial y del reto de la sustentabilidad ante el cambio climático.
“Si arreglamos la macro, la Argentina tiene grandes posibilidades”.
El CEO de Tecpetrol, con más de 40 años en el grupo Techint, habla de los desafíos que enfrenta la industria, del nuevo rol de la inteligencia artificial y del reto de la sustentabilidad ante el cambio climático.
«Si bien hay una transición energética irreversible, veo gas y petróleo todavía por muchos años. A pesar de que existe una tensión energética,también está el efecto de la seguridad energética y de la accesibilidad a precios razonables de energía. Por eso vamos a tener que convivir con petróleo y gas durante muchos años mientras la transición energética sigue avanzando”. Así analiza Markous el futuro del gas y el petróleo en un contexto de transformación constante donde la gran pregunta es qué reemplazará a los recursos tradicionales. “No está claro, además de lo que puede ser energía eólica y energía solar, qué otro elemento puede surgir, si es el hidrógeno, la energía nuclear, la captura de carbono. Por ahora son varios caminos en paralelo de lo que va a ser la transición energética para reemplazar y eliminar completamente la emisión de dióxido de carbono.»
Existen muchos proyectos de innovación tecnológica. ¿Podría nombrar algunos particulares de la empresa en este sentido?
Si hablamos de innovación tecnológica, estamos trabajando mucho con inteligencia artificial (IA), con un grupo especial que se dedica a la innovación tecnológica. Usamos machine learning e ia para automatizar procesos. Por ejemplo, en lugares confinados, en lugar de mandar gente que puede estar en peligro, que tiene que prepararse, mandamos drones especiales. Tenemos varios proyectos de realidad virtual, una persona que va filmando con un casco, transmitiendo a alguien que está en la oficina y que le puede dar instrucciones. Estamos modelizando nuestras instalaciones en forma tridimensional para poder preparar y minimizar los tiempos de mantenimiento. Hay muchas herramientas y estamos trabajando en ellas.
“Hoy claramente el principal problema es la macro argentina. Creo que el tema de la ley que está por salir es clave. ¿Por qué? Porque uno de sus elementos es el rigi (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), que permite dar mejores condiciones para financiar los proyectos porque baja la carga fiscal”.
A nivel personal, ¿cómo se lleva con la IA y el desafío que plantea para alguien con tanta trayectoria en el ámbito?
Creo que uno debe tener la mente abierta, ser consciente de que por más años que uno lleve en el grupo, o el pasado que uno tenga en la industria, debe estar siempre aprendiendo y abierto a las nuevas tecnologías, sabiendo que es prueba y error también. Hemos probado algunas tecnologías que no han funcionado y otras que sí lo han hecho.
Hablemos de financiación de proyectos. ¿Cuáles cree que son los factores decisivos para la consideración de los inversores?
En este momento, la Argentina especialmente tiene mucho para hacer, cuenta con un rol clave para desempeñar en América Latina y en el mundo. Porque gracias a Vaca Muerta pasamos de ser un país que tenía petróleo a uno que puede exportar petróleo, puede exportar gas, y para eso hacen falta un montón de proyectos. Hoy claramente el principal problema es la macro argentina. Creo que el tema de la ley que está por salir es clave. ¿Por qué? Porque uno de sus elementos es el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), que permite dar mejores condiciones para financiar los proyectos porque baja la carga fiscal.
El segundo elemento es el acceso a las divisas y el poder traer y poder respaldar divisas para pagar dividendos. Yo creo que el mundo está viendo a la Argentina con muchas oportunidades en el tema energía, a medida que la macro se va ordenando.
“Esperamos que en el 2024 la balanza comercial de energía, gracias a Vaca Muerta, sea de más de 5.000 millones de dólares”.
¿Qué rol juega Vaca Muerta en este escenario?
Su rol es fundamental. La Argentina tuvo déficit de balanza comercial energética en el año 2022, fueron al menos 4500 millones de dólares. A partir de ahí, gracias a la construcción del gasoducto, gracias a Vaca Muerta, en 2023 la balanza comercial energética fue casi cero. Esperamos que en 2024 la balanza comercial de energía, de vuelta gracias a Vaca Muerta, sea de más de 5000 millones de dólares. Hoy la Argentina produce 680.000 barriles por día, de los cuales Vaca Muerta produce la mitad. Y en gas, lo mismo. Si la Argentina produce cerca de 130 millones de metros cúbicos por día, más de la mitad ya es de Vaca Muerta. Si se dan las condiciones que hablábamos antes, de financiamiento para hacer infraestructura, para traer equipos, nosotros pensamos que en el año 2030 Vaca Muerta podría estar produciendo en la Argentina en su conjunto más de un millón de barriles por día. Para 2030 la Argentina podría estar en un superávit comercial de más de 20.000 millones de dólares. Hay que entender que Vaca Muerta es como un segundo campo en la Argentina que trae divisas, que no depende del clima, sino del precio, pero que pone al país en un rol fundamental. La Argentina tiene recursos en Vaca Muerta, en gas, por más de 150 años de consumo argentino.
¿A qué retos se enfrenta la industria con el cambio climático?
Primero hay que poner en contexto: la Argentina dentro del cambio climático tiene una muy baja incidencia, el 0,6 por ciento de la emisión de dióxido de carbono a nivel mundial. Además, tiene el gas que contamina menos que el carbón, no hay centrales de carbón consumiendo, y eso es una gran ventaja. La otra es que Vaca Muerta tiene mucha presión, para extraer el gas y el petróleo se necesita menos energía que para sacar el petróleo y el gas de algo convencional. Entonces, la cantidad de tonelada de carbono es baja respecto a otros. Segundo, las empresas petroleras y gasíferas estamos trabajando para minimizar las emisiones propias de yacimiento y lo relacionado para producir el gas, además del uso de ese petróleo y ese gas, que ya depende de la transición energética global.
“La Argentina tiene recursos en Vaca Muerta, en gas, por más de 150 años de consumo argentino”.
¿Cómo considera que está valorada hoy la reputación de su empresa más allá del éxito financiero?
Tecpetrol, que forma parte del grupo Techint, contó con un rol fundamental en Vaca Muerta. ¿Por qué? Porque Vaca Muerta tuvo, si querés, dos hitos importantes. Primero fue YPF con Chevron, con Loma Campana, que ahí empezó el desarrollo del shale oil en la Argentina. Y nosotros lo hicimos con gas. Llevamos a cabo un proyecto llamado Fortín de Piedra, y en 18 meses pasamos a producir cerca del 10 por ciento del consumo de la Argentina en un tiempo récord. Segundo, trabajamos mucho en el tema de educación, y esto es una impronta que viene ya desde el grupo Techint, con las becas Roberto Roca. Lo hacemos en cada lugar que vamos, y estamos trabajando en un proyecto en Neuquén, donde realizamos capacitación de las escuelas técnicas. ¿Por qué? Porque queremos que la gente que vive ahí esté capacitada para después poder emplearse en la industria del petróleo.
¿Qué rol juega el litio en este contexto?
El litio es clave en la transición. El automóvil eléctrico se está desarrollando mucho en Europa, en las grandes ciudades de Estados Unidos y sobre todo en China. Y eso requiere mucho litio. Y la Argentina tiene condiciones extraordinarias para el litio. El auto eléctrico claramente va a ir avanzando, hoy por ejemplo se producen un millón menos de barriles por día en el mundo, y a largo plazo eso va a ir aumentando. Pero ¿qué pasa? El mundo está muy desequilibrado. Estados Unidos consume 20 barriles por año por habitante. África consume 1; la India, 1,7; China, 4… Entonces por eso digo que la atención energética va a tardar, porque esos países demandan condiciones que por ahora necesitan la industria de petróleo y gas. Así que por un lado la demanda de petróleo se va a ir reduciendo, pero por otro lado se incorporan otros habitantes que hacen que esa demanda aumente.
¿Qué desafío enfrentan las energías renovables?
“Hoy el problema de las energías renovables es que son intermitentes. Todavía no se ha encontrado un método económico para almacenar esa energía. Entonces cuando no hay sol, cuando hay viento, la energía es necesaria”.
¿Qué inversión hace su grupo hacia el futuro?
Nosotros, mirando siempre un poco al futuro, creamos un grupo que se llama Transición Energética, un fondo de inversión en nuevas tecnologías. Hemos comprometido 150 millones de dólares. Ya invertimos 30.
¿En dónde?
En startups. Compañías nuevas, con tecnologías innovadoras, que están justamente buscando cuál va a ser la solución a futuro, en los próximos 20 a 30 años. A veces los chicos que entran nuevos dicen “Quiero entrar en energía del futuro, en energía de esto”, pero uno también debe tener conciencia de que el petróleo y el gas van a tener que producirse por muchos años más. Nunca se sabe cuánto más, con estos factores como el de la guerra que son externos al devenir tradicional y pueden generar demandas de gas inesperadas.
Por último, ¿dónde se encuentra la Argentina en este contexto?
La Argentina está bien ubicada, tiene los elementos, la macro, un recurso excelente, a nivel subsuelo es mejor o está en el top de los mejores lugares del shale oil y shale gas de Estados Unidos. Contamos con una industria y también con personal que durante muchos años ha trabajado en la industria del petróleo y gas. Arreglemos la macro, el resto está y hay grandes posibilidades.