SERGIO CRIVELLI

Socio Director General – BDO Argentina
El socio director general de BDO analiza el actual contexto económico a un año del nuevo gobierno y habla de los desafíos que presenta el sector de la consultoría en el escenario que atraviesa la Argentina.

“Respecto de la economía, vamos en el camino correcto”

El socio director general de BDO analiza el actual contexto económico a un año del nuevo gobierno y habla de los desafíos que presenta el sector de la consultoría en el escenario que atraviesa la Argentina.

Sergio Crivelli es socio de BDO desde 1998. El 1º de agosto de 2012 fue nombrado socio director general de la firma. Además, es miembro del Comité Regional de América en BDO Internacional, y anteriormente se desempeñó como socio principal del departamento de Auditoría, miembro del Comité Ejecutivo de la firma y coordinador de los departamentos de Asesora miento Impositivo, Precios de Transferencia y ­Outsourcing.

A partir del cambio de gobierno, ¿cómo describe el panorama político y económico actual en la Argentina?

Las últimas elecciones en la Argentina fueron una sorpresa para la mayoría de nosotros. Un año antes, muy pocos creían en la posibilidad de que Javier Milei llegara a la presidencia del país. Con un discurso totalmente disruptivo, en contra de la clase política y proponiendo un cambio total del modelo vigente en los últimos años, pudo vencer a la política tradicional, que contaba con todo el aparato partidario y muchísimos más recursos económicos. Hoy, a casi un año de asumir su gobierno, considero que ha producido cambios que jamás hubiéramos imaginado y su forma de ejercer el poder tiene desconcertados a todos los líderes de la oposición política, a sindicalistas y a muchos empresarios. Si logra mantener el apoyo popular y la economía comienza a crecer, creo que vamos a ver muchos cambios en la forma de hacer política y una gran renovación de líderes y dirigentes en general.

En su experiencia trabajando muy cerca de los equipos financieros de las compañías, ¿cuáles considera que son los temas que generan mayor preocupación entre las empresas?

Respecto de la economía, considero que vamos por el camino correcto. Hoy nadie pone en discusión que no podemos seguir gastando por encima de lo que se recauda, que ya no se pueden seguir aumentando los impuestos para financiar un gasto descontrolado, que el tamaño del Estado debe ser reducido y que los niveles de corrupción a los cuales nos habíamos acostumbrado ya no son tolerables en la sociedad. Por el momento, se pudo controlar la inflación, evitar sucesivas devaluaciones y un estallido social. El gran desafío que veo por delante es que la economía comience a crecer a un ritmo por encima de la media de la región, de manera sustentable, y que este crecimiento se empiece a sentir en el bolsillo de la gente.

Esto último es fundamental para que pueda sostener el apoyo y el año próximo se ­fortalezca en el Congreso para poder continuar con las reformas estructurales que necesita nuestro país.

“Uno de nuestros valores es el compromiso con nuestros clientes, entendiendo por compromiso mantener siempre una relación honesta y sincera”.

¿Qué recomendaciones hacen a las empresas para navegar en este contexto? ¿De qué manera los están asistiendo para enfrentarlos?

Este nuevo escenario de baja en los niveles de inflación, mayor apertura económica, menos intervención del Estado y desregulación de la economía está obligando a todas las empresas a recalcular. Con el modelo anterior, si bien la inflación complicaba el funcionamiento de la economía en general, los empresarios eran los que más herramientas tenían para defenderse y hasta sacar ventajas de ella. Muchas ineficiencias operativas se compensaban con un buen manejo financiero. Muchas empresas habían adaptado su modelo de negocio a las regulaciones, las trabas al comercio internacional y los beneficios que otorgaba el gobierno, como préstamos a tasas negativas.

Ahora el modelo cambió y hay que adaptarse a las nuevas reglas de juego. Hoy hay que pensar en ser eficientes y competitivos. Para ello, es necesario repensar los negocios, evaluar sus niveles de competitividad, invertir en nuevas tecnologías y mejorar los procesos para ganar eficiencia. Por lo dicho, mi recomendación para todos, incluyendo a nuestra empresa, es que debemos repensarnos para un nuevo contexto. Desde BDO estamos ayudando a nuestros clientes en este sentido y adaptando nuestros servicios de manera que sean útiles para mejorar procesos e implementar más tecnología para automatizar procesos que mejoren la eficiencia.También podemos ayudarlos optimizando la carga tributaria y los costos financieros. En síntesis, el foco hay que ponerlo en todo aquello que signifique mejorar la competitividad.

“Las características de los líderes fueron cambiando a lo largo de mis 38 años de experiencia en una firma de servicios profesionales. En el pasado, la autoridad formal era suficiente para lograr la adhesión de los jóvenes profesionales; esto hace mucho tiempo que dejó de ser así”.

¿Considera que el rol de una firma de auditoría, consultoría y asesoramiento como BDO cobra un valor trascendental para las compañías en este contexto? ¿Notaron cambios en ese sentido?

En un contexto de alta inflación, la información contable pierde valor. Cuando uno mira un estado contable y el resultado de una empresa define la línea de resultados financieros incluyendo el efecto de la inflación, nos damos cuenta de que el resto de la información pierde significatividad.
Tengamos en cuenta que el ajuste por inflación es una metodología para lograr la mejor aproximación para medir los efectos de la inflación en el balance de una empresa, pero de ninguna manera nos puede dar una medición certera.

¿De qué manera BDO fue adaptando su enfoque para brindar soluciones a sectores particularmente afectados por la crisis y teniendo en cuenta nuevos factores, como el cambio tecnológico, que interfieren con lo financiero?

En el mismo sentido pierden utilidad los presupuestos y el análisis de las variaciones con la realidad. Si pensamos que en los últimos años hicimos presupuestos con previsiones de inflación que luego resultaron el doble o el triple, nos damos cuenta de lo difícil que es manejarse con información útil en un contexto como el que transitamos hasta no hace mucho tiempo.

¿Qué perspectivas observan para la economía argentina y de qué manera están ayudando a las empresas a prepararse para posibles cambios en el corto y mediano plazo?

Nuestra expectativa es que la baja de la inflación se consolide, tengamos un período de tipo de cambio más bajo que el de los últimos años y estable, y que en ese contexto la información contable vuelva a ser una herramienta de gestión útil para la toma de decisiones. En nuestro rol de auditores y consultores, estamos convencidos de que nuestros servicios serán más valorados tanto por nuestros clientes como por los otros usuarios de dicha información.

Desde su mirada, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta hoy un líder en el sector de servicios profesionales? ¿Cómo asegura la confianza de sus clientes en temas tan sensibles?

Las características de los líderes fueron cambiando a lo largo de mis 38 años de experiencia en una firma de servicios profesionales. En el pasado, la autoridad formal era suficiente para lograr la adhesión de los jóvenes profesionales. Esto hace mucho tiempo que dejó de ser así. Hoy para liderar a los jóvenes profesionales hay que ser más empático, tener una comunicación más fluida y hacer las cosas con un propósito. En los últimos años, y en especial luego de la pandemia, se cambiaron muchos paradigmas. Ya no se discuten las ventajas del home office o del horario flexible. En nuestro caso, se trabaja más del 80 por ciento de manera remota. Esto implica una nueva forma de liderar y de crear sentido de pertenencia. En este nuevo contexto, la confianza es un factor fundamental. Los empleados gozan de mayor libertad para manejar sus tiempos, lo cual implica trasladarles mayor responsabilidad. La tarea del líder es hacer que esa mayor libertad sea ejercida con responsabilidad y medida a través del logro de objetivos.

“Nuestra expectativa es que la baja de la inflación se consolide, tengamos un período de tipo de cambio más bajo que el de los últimos años y estable, y que en ese contexto la información contable vuelva a ser una herramienta de gestión útil para la toma de decisiones”.

Usted forma parte de BDO desde hace más de 25 años: ¿cómo evolucionó su liderazgo en ese tiempo y cuáles son los factores del contexto que le exigen hoy una nueva adaptación en su rol?

En relación con el vínculo con nuestros clientes, la confianza siempre fue un factor fundamental. Uno de nuestros valores es el compromiso con nuestros clientes, entendiendo por compromiso mantener siempre una relación honesta y sincera. Cuando nos equivocamos, somos muy explícitos asumiendo el error y poniéndonos a disposición del cliente para solucionarlo. En la medida que no nos equivocamos con frecuencia, priorizamos la verdad y somos fieles a nuestra palabra, logramos que los clientes confíen en nosotros. Transmitir esta cultura a los jóvenes que forman parte de los equipos que se vinculan con nuestros clientes es un gran desafío y una parte importante del rol de nuestros líderes.

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